Este fin de semana llegó el invierno.
El 21 de diciembre a las 10:21, para ser exactos. Justo antes de que empiece la locura navideña.
Y sí, ya se nota: menos horas de luz, temperaturas bajo cero y ese frío que te hace replantearte si salir a correr es una buena idea.
Porque, seamos sinceros, entrenar con frío es un rollo. Cuesta arrancar, los músculos necesitan más tiempo para entrar en calor y parece que el cuerpo te está pidiendo a gritos que te quedes en casa con una manta.
Pero aquí estamos, porque sabemos que el esfuerzo vale la pena.
Y para que correr en invierno no se convierta en una tortura, déjame darte algunos consejos que pueden marcar la diferencia:
Dale más tiempo al calentamiento.
No te saltes este paso, sobre todo en días fríos. Calentar no solo prepara tus músculos para rendir mejor, también reduce muchísimo el riesgo de lesiones.
Si no tienes tiempo para ejercicios específicos, empieza a correr muy despacio. Deja que tu cuerpo despierte poco a poco.
Hidratarse es obligatorio.
Aunque no tengas sed, tu cuerpo sigue perdiendo líquidos incluso cuando hace frío. Y ojo, porque el frío puede jugarte una mala pasada: te hace sentir menos cansado de lo que realmente estás. Así que bebe agua y mantente alerta a lo que te pide tu cuerpo.
No salgas como un cohete.
Es tentador querer entrar en calor rápido, pero empezar fuerte solo aumentará el riesgo de lesiones y bajará tu rendimiento. Dale tiempo a tu cuerpo para adaptarse: empieza tranquilo y acelera progresivamente.
Abrígate con cabeza.
La ropa térmica será tu mejor aliada, pero no olvides proteger también la cabeza y las manos. Planifica tu recorrido según el clima y adapta tu estrategia.
En resumen:
Correr con frío no tiene que ser un suplicio. Abrígate bien, calienta más de lo habitual y no te lances a tope desde el principio.
Si haces esto, puedes convertir cada salida en una experiencia que realmente disfrutes.
Si tienes dudas o necesitas más consejos, escríbeme a hola@correr.run Estaré encantado de echarte un cable.
Que pases un gran día
Mariano
P.D.: Como decía un viejo entrenador: “Si en la línea de salida tienes un poco de frío, perfecto. En nada, te darás un buen calentón”.
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