Objetivo cumplido… ¿y ahora qué?

Hay una cosa que muchos no te cuentan de esto de correr.

Y es que después de una carrera importante

—esa que llevabas meses preparando, en la que te esforzaste y  sacaste tiempo de debajo de las piedras—

… a veces, te quedas raro.

Como si tuvieras un vacío y ya no supieras muy bien por qué correr.

No tienes plan.
No hay objetivo a la vista.
Y aunque el cuerpo responde…
la cabeza va por otro lado.

Es normal.


Durante semanas estuviste entrenando con un objetivo: cada salida tenía un porqué.

Ahora corres, sí. Pero sin estructura.

Y sin querer, empiezas a notar ese “algo” que falta.

¿Qué haces entonces?

Hay quien lo resuelve rápido: se apunta a otra carrera, mete otro plan, y listo.

Perfecto si te funciona.


Pero también hay otra forma de llevarlo…que no es tan épica, pero sí más sostenible:

Volver a correr por correr.

Sin mirar el reloj.
Sin preocuparte por los kilómetros
Sin series, sin tiempos, sin presión.

Solo salir.
Moverte.
Y recordar por qué empezaste.


Y de paso, disfrutar de todo eso que el plan no dejaba:

– Dormir un poco más.
– Comer sin pensar si toca o no.
– Estar contigo. Sin exigencia.

Porque sí, los objetivos te empujan.

Pero lo que te mantiene… es disfrutar sin ellos.

Y tú… ¿cuándo fue la última vez que corriste sin ningún plan?

Que pases  un gran día
Mariano


PD: 
Si estás justo en esa fase post-reto, sin prisa y sin plan, cuéntamelo. ¿Lo estás disfrutando? ¿Lo echas de menos? Te leo en hola@correr.run

Únete a la newsletter que leen cientos de corredores populares

Motivación diaria en tu buzón para correr más y mejor

Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.