El otro día salí a correr por la ruta de siempre, justo después de que hubiese llovido.
Hacía fresquete, pero no demasiado.
El suelo estaba húmedo.
Y ese olor a tierra mojada lo llenaba todo.
No llevaba auriculares.
No había podcast dando la chapa.
Ni móvil. Ni reloj. Nada.
Solo yo. Corriendo por correr.
Y sinceramente, fue de las mejores salidas que he tenido en semanas.
Lo mejor de correr —cuando desconectas de verdad— es que no es solo físico.
Es mental. Sensorial. Como apagar y volver a encender el sistema.
Porque muchas veces vamos por la vida a lo loco.
La cabeza llena de curro, líos personales, notificaciones cada dos minutos…
Y sí, veintisiete pestañas abiertas en el navegador, como si eso fuera normal.
Pero cuando sales a correr, no hay pestañas.
Solo camino, piedras, y silencio.
Tu único objetivo es mirar por dónde pisas.
Respirar aire limpio.
Escuchar lo que normalmente pasa desapercibido: tus pasos, tu respiración, algún pájaro por ahí… y poco más.
Subiendo una cuesta, sin música ni distracciones, me di cuenta de algo:
Esto sí es estar vivo.
No es hacer scroll hasta que se te entumece el pulgar.
No es responder a todo.
No es acabar el día agotado sin haber estado presente en nada.
Empiezas a notar cosas que normalmente se te escapan:
Cómo entra la luz entre las ramas.
Cómo te queman las piernas (pero bien).
Cómo cambia tu cuerpo al terminar.
Y todo eso te recuerda algo que a veces se nos olvida:
Estamos hechos para esto.
Para movernos. Respirar. Estar en contacto con lo que nos rodea.
No para vivir pegados a una pantalla, con los hombros encogidos y el cuello bloqueado.
Así que si últimamente te notas saturado, disperso, con mil cosas en la cabeza…
Hazte un favor.
Sal a correr.
Por tu ruta habitual. O por una nueva.
Sin reloj. Sin auriculares. Sin expectativas.
Solo a correr.
Sin más.
Tu cuerpo y tu cabeza te lo van a agradecer.
Y tú, querido corredor:
¿Sueles hacer ese «reset» natural de vez en cuando?
Que pases un gran día,
Mariano
PD: Si alguna vez hiciste una salida así, sin distracciones, solo por desconectar… cuéntamelo. Me gusta saber cómo os recarga esto también a vosotros.
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