Hoy vengo con un tema que está más de moda que las placas de carbono:
la famosa Zona 2.
Todo el mundo habla de ella.
Todo el mundo quiere entrenar en ella.
Y casi nadie la tiene del todo clara.
Es como ese lugar místico al que todos quieren llegar…
pero sin mapa.
Y entre tanta charla, aparece un malentendido que se repite bastante:
pensar que entrenar en Zona 2 es lo mismo que ir lento.
Así, sin más.
Y claro, llegan los pensamientos de siempre:
– “¿Esto es correr o estoy paseando al pulsómetro?”
– “Voy más despacio que mi abuela… y encima me canso igual.”
– “Esto me aburre más que una cinta sin aire acondicionado.”
Y no.
La Zona 2 no es ir lento.
La Zona 2 es otra cosa.
Es ir justo en ese punto donde tu cuerpo mejora su capacidad de usar la grasa como energía,
donde desarrollas tu base aeróbica,
donde creas esa resistencia que luego te sostiene cuando llevas 14 kilómetros… y todavía te quedan 7.
Es un entrenamiento que trabaja en silencio.
Sin sudor a chorro.
Sin épica de Instagram.
Pero que, con el tiempo, te cambia.
Porque el objetivo no es solo correr más… es correr mejor.
Para que te hagas una idea:
Hoy estás corriendo a 6:00/km en Zona 2.
Pulsaciones bajo control, todo bien.
Dale unas semanas entrenando bien esa franja, y sin darte cuenta estarás rodando a 5:15/km con las mismas pulsaciones.
Es como si tu cuerpo dijera:
“Tranquilo, ya me he acostumbrado. Dame más.”
¿El truco?
Saber cuál es tu verdadera Zona 2.
No la de tu colega que lleva corriendo desde 2007.
No la que sacaste en una fórmula genérica por internet.
La tuya. Personal. Ajustada a tu corazón, tu cuerpo y tu ritmo de vida.
Porque si entrenas mal, sin referencias reales, es normal que acabes frustrado pensando que esto no sirve para nada.
Y sí, a veces cuesta pillarle el punto.
Y sí, al principio parece que vas más despacio que los que pasean al perro.
Pero cuando lo entiendes y lo aplicas…
la cosa cambia.
Así que si no tienes claras tus zonas, si te suena todo esto pero no sabes por dónde empezar, escríbeme a hola@correr.run y vemos cómo afinarlo.
Porque a veces el problema no es la motivación.
Es no saber exactamente a qué ritmo va tu progreso.
Que pases un gran día
Mariano
PD: La Zona 2 es como ese amigo tranquilo que no llama la atención… pero que un día te salva la carrera.
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