Te diré la verdad…
Hubo un tiempo en que me obsesionaban las marcas.
Cuando empiezas a correr y lo haces constantemente mejoras.
Por poco que hagas y entrenes tus tiempos empiezan a bajar.
Cada vez corres más rápido un 10k, y encima lo haces con buenas sensaciones.
Y resulta que tienes mucho margen de mejora y vas rascando minutos al crono.
Después de los diez miles te apuntas a una media maratón y al maratón
Y después de hacer las primeras (que las haces a terminar) te empiezas a obsesionar con los tiempos.
Marcarte objetivos, está muy bien, es el alimento de nuestros entrenamientos, es el reto que tienes que conseguir.
Pero mejor no te obsesiones
¿Por qué te cuento esto?
Porque cuando consigues hacer la marca (esa por la que tanto has luchado) en cuanto pasa un poco de tiempo ya no te satisface y quieres más.
Es lo que se llama la…
Adaptación hedónica
Que básicamente es un mecanismo psicológico por el cual, una vez saciado un deseo, otra necesidad ocupa su lugar y volvemos a la rueda de estar insatisfechos como antes.
Por eso es mejor no centrarse en las marcas y simplemente disfrutar de correr, del proceso, del camino
Además…
Nunca sabes cuando has hecho tu mejor tiempo (puede que lo hayas hecho ya y no lo consigas nunca más)
o
Si vas a conseguir bajar unos segundos al crono.
¿El punto de todo esto?
Que no te obsesiones con las marcas.
Que es mejor el camino (el entrenamiento) que llegar al destino.
Personalmente cada vez me gustan más entrenar que las carreras. Es un tiempo para mí para hacer lo que más me gusta.
Además, para lo único que sirven las marcas es para vacilar con los colegas de la grupeta.
Que pases un gran día
Mariano
Únete a la newsletter que leen cientos de corredores populares
Motivación diaria en tu buzón para correr más y mejor