Hay algo que no siempre reconocemos, pero pasa.
A veces no es una lesión, ni una mala racha, ni falta de forma.
Es que nos saboteamos sin darnos cuenta.
Entrenamos con ganas.
Somos constantes.
Pero hay ciertos hábitos que se nos cuelan y que terminan frenando más de lo que ayudan.
No se ven desde fuera.
Pero desgastan por dentro.
Aquí van algunos de esos errores silenciosos que todos hemos cometido alguna vez:
1/ No escuchar al cuerpo
El cuerpo siempre avisa: dolor, molestias, fatiga…
Y si estás atento, te lo dice antes de romperse.
El problema es cuando ignoramos esas señales “por no aflojar”.
Pero no escuchar al cuerpo no es disciplina. Es jugar con fuego.
Entrenar bien también es saber parar a tiempo.
2/ Vivir pendiente de los números
Ritmos. Puestos. Segmentos. Strava.
Todo eso puede motivar.
Pero cuando se convierte en una obsesión… te desconecta.
Dejas de entrenar por ti.
Y empiezas a hacerlo por validación externa.
Correr debería ser para ti, no para los demás.
3/ Que todo gire alrededor de correr
Nos encanta correr. Eso está claro.
Pero si todo lo demás queda en segundo plano —amigos, familia, descanso— empieza a pesar.
Correr tiene que sumar. No ocuparlo todo.
Porque si lo ocupa todo, deja de tener sentido.
4/ Pensar que sin dorsal no eres corredor
No hace falta competir para validar lo que haces.
No importa si corres maratones o ruedas 20 minutos al día.
Si corres, eres corredor.
Esto va más de constancia que de épica.
5/ Entrenar con la cabeza de otro
Te comparas.
Ves lo que hacen otros. Y, sin darte cuenta, modificas tu plan, fuerzas ritmos, ignoras sensaciones.
Y al final, acabas agotado, frustrado o lesionado…
por seguir un camino que no era el tuyo.
6/ Buscar resultados sin contexto
Ese corredor que te parece una máquina quizá está sobreentrenando.
O no duerme.
O arrastra una lesión.
Pero tú solo ves el dato. Y eso distorsiona.
La comparación sin contexto no ayuda. Solo confunde.
Estos hábitos se instalan despacio.
No suenan mal al principio.
Pero con el tiempo, te alejan de lo más importante: disfrutar de correr.
Y tú, ¿te has visto reflejado en alguno?
¿Hay algún otro hábito que te frene?
Escríbeme y cuéntamelo a hola@correr.run
Que pases un gran día
Mariano
PD: Correr bien también es saber cuándo parar. Y qué evitar para seguir con ganas.
Únete a la newsletter que leen cientos de corredores populares
Motivación diaria en tu buzón para correr más y mejor