Seguro que has escuchado esto más de una vez:
“Correr te destroza las rodillas”
Es el clásico comentario de alguien que nunca ha corrido más de 100 metros seguidos.
Pero tengo que decirte que esto es falso.
El mito de que correr revienta las rodillas se ha repetido tantas veces que mucha gente lo cree sin cuestionarlo.
Y la realidad es todo lo contrario.
Lo que dice la ciencia
Durante años se ha pensado que correr castiga las rodillas. Pero los estudios recientes han demostrado lo contrario.
Correr tiene efectos protectores sobre las articulaciones y puede ayudar a prevenir problemas en las rodillas, siempre que se haga con una buena planificación.
De hecho, hay estudios que indican que:
- Las rodillas de los corredores sufren menos dolor que las de los no corredores.
- El impacto de la carrera puede ayudar a prevenir la degeneración ósea y reducir el riesgo de artritis.
Lo que realmente daña las rodillas
No es correr lo que las lesiona, sino estos errores:
- Una mala técnica de carrera que sobrecarga las articulaciones.
- Un volumen de entrenamiento descontrolado sin progresión adecuada.
- Falta de fuerza en los músculos que protegen las rodillas, lo que aumenta el riesgo de lesiones.
La clave: correr con cabeza
Si corres con sentido común y sigues estas pautas, tus rodillas estarán más fuertes que nunca:
- Trabaja una buena técnica de carrera para evitar impactos innecesarios.
- Controla el volumen de entrenamiento y adáptalo a tu nivel.
- Incluye entrenamiento de fuerza para reforzar la musculatura que protege las rodillas.
Si quieres evitar lesiones
Si necesitas saber qué ejercicios hacer para proteger tus rodillas y evitar molestias, escríbeme a hola@correr.run y te echo un cable.
Que pases un gran día,
Mariano
PD: La próxima vez que alguien te diga que «correr destroza las rodillas», reenvíale este email. Se lo agradecerán sus piernas.
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