Lo que NO debes hacer en los primeros kilómetros

Si alguna vez has terminado una carrera con la sensación de haber sufrido más de la cuenta y de que podías haberlo hecho mejor, esto te interesa.

Porque hoy quiero hablarte de un error muy común que he cometido muchas veces y que puede arruinarte cualquier carrera.

Es el de inmolarte en los primeros kilómetros.

¿A qué me refiero con esto?

A salir a tope, sin filtro, sin contenerme. ¿El resultado?

Que sufres durante toda la carrera y encima terminas con un sabor agridulce.

Seguro que te suena esta escena. Todos lo hemos visto o lo hemos vivido.

Suena el disparo de salida… y te dejas llevar.

Vas suelto, con ganas. Te sientes imparable, ligero. Tienes ese correr fácil. Energía para dar y regalar.

Miras el reloj y resulta que vas más rápido de lo habitual en los entrenamientos. Un poco descontrolado, pero como te sientes bien, no le das importancia.

Error.

Esa ilusión inicial, ese chute de adrenalina, el ambiente… todo te empuja a un ritmo que no es el tuyo.

Te vienes arriba y crees que puedes aguantarlo.

Pero NO.

Esto es exactamente lo que me pasó en la Media Maratón de La Latina. Y sufrí. Mucho.

Es mejor guardar fuerzas, mantener la cabeza fría y pillar tu ritmo. No el ritmo de tu primo, tu amigo o tu vecino. El tuyo.

Porque si no, la carrera te pone en tu sitio. Da igual que sea un maratón, una media o un 10K:

  • En el km 3 llevas el pulso disparado.
  • En el km 6 las piernas empiezan a flojear.
  • En el km 8 te preguntas en qué momento la liaste.
  • En el km 10 llegas como puedes (casi arrastrándote hasta la meta).

Si nunca has corrido a ese ritmo en un entrenamiento controlado…

¿Qué te hace pensar que lo vas a poder aguantar toda la carrera?

Un maratón, una media, incluso un 10K no se ganan en los primeros kilómetros, pero sí que se pueden perder ahí.

Y no solo eso. Se puede pasar muy mal y, como decía al principio, terminar con un sabor agridulce.

Mi consejo para que no te pase lo mismo:

  • Controla el ritmo.
  • Confía en lo que has entrenado.
  • Resérvate para cuando realmente importe.

Si al acabar la carrera piensas que podías haber apretado más, siempre puedes repetir (y ponerte a prueba) en la siguiente.

Lo que sí tendrás serán buenas sensaciones, en lugar de haber llegado arrastrándote.

Y tú, querido corredor… ¿También la has liado en los primeros kilómetros?

Cuéntamelo en hola@correr.run

Que pases un gran día,
 Mariano

PD: Si controlas el ritmo al principio, la carrera es tuya. Si te cuesta, entrena a ritmos controlados y verás la diferencia.


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