Mira, esto es algo que a muchos se nos escapa (yo el primero):
Nos centramos mucho en lo que hacemos cuando entrenamos.
Que si las series clavadas.
Que si el rodaje a ritmo controlado.
Que si el día de fuerza no se perdona.
Y todo eso está genial, claro.
Pero hay una parte del entrenamiento que no solemos mirar tanto…
Todo lo que hacemos cuando NO entrenamos.
Dormir poco.
Comer lo primero que pillas.
Pasarte el día sentado sin moverte ni para ir a por agua.
Olvidarte de la movilidad o de simplemente estirar un poco.
Y eso también cuenta.
Porque puedes estar haciendo todo bien dentro del entreno… y seguir estancado.
O lesionarte.
O ir arrastrándote sin saber muy bien por qué.
Y es que correr no es solo apretar en las series o clavar los ritmos.
También es descansar bien, moverte un poco fuera del entreno, comer decentemente…
Todo eso que parece “de relleno” pero es importante
Y no digo que ahora nos volvamos unos frikis del control, ni mucho menos.
Pero sí tenerlo un poco más en cuenta.
Porque a veces no es que lo estés haciendo mal, es que estás dejando fuera la mitad de la película.
Y si quieres seguir corriendo durante años, sin lesiones, sin frustrarte, y disfrutando…
También importa lo que haces el resto del día.
Y tu querido corredor… ¿lo tienes en cuenta?
Escríbeme y cuéntamelo a hola@correr.run
Que pases un gran día
Mariano
PD: Hay una frase que me encanta: descansar también es entrenar. Así que ya sabes, que el sofá, la comida rica y las 8 horitas de sueño también son parte del plan.
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