Hoy toca hablar de una zona olvidada.
Una zona que también tiene sentimientos.
Hoy toca hablar de…
la Zona 3.
Últimamente, la Zona 2 se ha convertido en la reina del baile.
Todo el mundo habla de ella.
Todo el mundo quiere entrenar ahí.
Todo el mundo parece querer vivir allí (casi para siempre).
Seguro que has oído cosas como:
— “Haz tus rodajes en Zona 2”
— “Mejora tu base aeróbica”
— “Quema grasas y corre zen”
Y sí, no vamos a engañarnos:
La Zona 2 es necesaria. Es útil. Es base.
Es ese “fondo de armario” que todo corredor necesita.
Pero… ¿alguien va a hablar de la pobre Zona 3?
La ignorada.
La que realmente usas cuando corres una media maratón.
La que te va a tocar sufrir si no la entrenas.
Porque si sabes que vas a correr en Zona 3 (o incluso rozando la 4)…
¿por qué no entrenarla?
Luego llegan las sorpresas:
“No entiendo por qué me fundí en el kilómetro 14… si llevaba meses haciendo rodajes largos en Zona 2”.
Pues por eso.
Porque no entrenaste en la zona en la que ibas a competir.
La Zona 3 no es glamurosa.
No es fácil.
Tampoco es sexy.
Pero es clave. Y si no la trabajas… la vas a pagar.
Mi consejo no solicitado:
Está bien entrenar en Zona 2. Muy bien.
Pero no te estanques.
Dale vidilla a tus pulmones con algo de Zona 4.
Y sobre todo, aprende a sostenerte en la Zona 3.
Porque ahí es donde se mide si tu entrenamiento funciona de verdad.
Si ves que te cuesta organizarlo, que no sabes por dónde empezar, escríbeme a hola@correr.run y veo cómo puedo ayudarte.
Que pases un gran día
Mariano
PD: ¿Quieres que te mande un ejemplo real de cómo meter Zona 3 sin destrozarte? Escríbeme y te lo paso.
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