Hay momentos en los que los corredores necesitamos volver al principio.
Porque correr no siempre va de ir hacia adelante.
A veces, lo más inteligente es parar y revisar las bases. Volver a lo esencial.
Preguntarte tu porqué.
¿Por qué empezaste a correr?
Esa pregunta, aunque parezca simple, es lo que mantiene viva la motivación. Lo que te da propósito. Lo que te levanta cada mañana para salir a entrenar, aunque haga frío, aunque estés cansado, aunque no tengas ganas.
También podrías preguntarte…
¿Qué te gustaría conseguir hoy que no buscabas hace un año?
¿Estás entrenando con un propósito… o solo por inercia?
Porque es muy fácil perderse. Correr por correr. Sumar kilómetros, tachar entrenamientos… y no darte cuenta de que quizá te estás alejando de lo que realmente querías.
Y entonces, claro, aparece la duda.
¿Todo esto me está llevando a donde quiero?
Muchas veces no. Muchas veces entrenamos en piloto automático sin darnos cuenta de que han cambiado nuestras circunstancias, nuestras prioridades… o incluso nuestro cuerpo.
Y cuando ya no sabes responder a esas preguntas, aparece lo inevitable:
· El estancamiento.
· La desmotivación.
· Las molestias que no sabes de dónde vienen.
Y aunque suene intenso, hoy no vengo a decirte que entrenes más.
Vengo a decirte que pares un momento. Que revises tu base, tu propósito, tu porqué.
¿Lo que haces te está acercando a donde quieres estar?
¿Estás disfrutando el proceso… o lo estás sufriendo?
Revisar no es retroceder.
Es un paso adelante, pero más claro.
Y por eso, corredor, me encantaría que me contaras algo muy simple:
¿Por qué corres?
Escríbemelo y cuéntamelo a: hola@correr.run
Que pases un gran día
Mariano
PD: El email de hoy me ha quedado más intenso de la cuenta. Pero, a veces, hace falta.
Únete a la newsletter que leen cientos de corredores populares
Motivación diaria en tu buzón para correr más y mejor