¿Sales a correr… y repites y repites siempre?
Hay algo que hacemos muchos corredores (me incluyo el primero).
Sales a correr. Miras el reloj. Y sin pensar… te pones al ritmo de siempre.
Ni muy lento, ni muy rápido. La famosa “tarifa plana”
Y sí, te sientes bien. Sumas kilómetros.
Pero en el fondo lo sabes: no estás mejorando. Solo estás manteniéndote.
Correr todos los días al mismo ritmo es como estudiar siempre el mismo tema.
Sabes la lección, pero no apruebas el examen.
Porque si siempre entrenas igual, ¿cómo esperas resultados distintos?
¿Quieres mejorar tu resistencia?
Corre más lento.
¿Quieres ganar velocidad?
Entrena más fuerte.
¿Quieres mantenerte sano?
Entrena con cabeza.
¿Quieres correr más y mejor durante años?
Combina bien los estímulos. No todos los días pueden ser iguales.
Lo que no vale es esa “zona media” de siempre.
Ese ritmo que no incomoda pero tampoco impulsa.
Es cómodo, sí.
Pero no te lleva a ningún sitio.
Entrenar bien no es entrenar más. Es entrenar distinto.
El progreso no llega por magia.
Llega por variar con cabeza.
– Cambiar ritmos.
– Alternar intensidades.
– Respetar descansos.
– Tener claro qué estás buscando con cada sesión.
Eso es entrenar.
Lo otro… es salir a correr y cruzar los dedos.
Si llevas tiempo corriendo igual y no ves cambios, quizás ya sabes por qué.
Dale un pequeño giro a tu semana. Una serie por aquí, una tirada lenta de verdad por allá.
Y verás cómo cambia todo.
¿Quieres ideas para romper la rutina sin volverte loco?
Escríbeme a hola@correr.run y te echo un cable.
Que pases un gran día
Mariano
PD: Cuando varías con cabeza, el cuerpo responde. Y cuando el cuerpo responde… correr vuelve a engancharte.
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