No sé qué tiene esto de correr… pero engancha.
Después de pasar la barrera inicial, tiene algo que hace que quieras volver a salir una y otra vez.
Es un poco obsesión (a mí me pasa, por lo menos).
Como si se te metiese el veneno… y ya no te soltase.
Algo que a veces ni siquiera puedes explicar.
Y claro, como en toda buena obsesión, hay síntomas.
Aquí van unos cuantos para ver si también te ha picado el bicho:
1/ Tienes más zapas de correr que zapatos “normales”. Y no solo eso: tienes zapatillas para todo. Para tempos, para series, para rodajes suaves… y encima en rotación.
2/ Te organizas el calendario del año según las carreras. Que si maratón de primavera, que si media en otoño, que si enganchar una carrerita en vacaciones. Lo normal.
3/ Juzgas las ciudades según si son “corribles” o no. ¿Tiene parque grande? ¿Buen carril bici? ¿Terreno blandito? Aprobada.
4/ Das vueltas a la manzana para redondear en Strava. 9,93 km no es correr. 10,00 sí.
5/ Consideras “corta” una carrera de menos de 10K. Porque entre calentamiento, el entreno y el enfriamiento… se va de madre.
6/ Divides la colada entre ropa de correr y ropa normal. Y las camisetas técnicas han conquistado tu cajón.
7/ Piensas en ritmos, no en tiempos. Y sabes de memoria tu ritmo de 10K, media y maratón. Y hasta en qué zona entrenaste ayer.
8/ Controlas los geles, los hidratos y hasta los gramos de proteína. No eres nutricionista, pero casi.
9/ Tu Instagram parece el de un corredor profesional. Medal Monday, zapatillas nuevas, videos motivacionales… todo.
10/ Has convencido a alguien para que empiece a correr. Y en el fondo, te sientes un poco orgulloso.
11/ Tienes una relación complicada con el foam roller. Lo odias, pero lo usas. Y luego… te reconcilias.
12/ Tu mejor plan de sábado es cenar pasta y acostarte pronto. Porque el domingo hay carrera. Y se va con todo.
Si cumples 8 de los 12… enhorabuena:
Estás enganchado. Hasta las trancas.
Y no pasa nada.
Los madrugones, las uñas negras y los nervios pre-carrera vienen en el pack.
Y, siendo sinceros, no lo cambiaríamos por nada.
Y tú, querido corredor…
¿También estás enganchado a esto?
Cuéntamelo en hola@correr.run
Que me encantará saberlo.
Que pases un gran día
Mariano
PD: El primer paso es aceptarlo. El segundo… seguir corriendo.
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