Escucha.
Hoy vengo con un tema un poco raro, un poco friki…
Pero estoy seguro de que te vas a sentir identificado.
Son esas pequeñas cosas que pasan cuando vas corriendo.
Detalles que parecen mínimos… pero que, cuando ocurren, te alegran el día.
No hablamos de récords.
Ni de ritmos.
Ni de marcas.
Hablo de eso que te hace sonreír mientras corres, aunque vayas fundido.
Eso que no sale en Strava, pero te da un subidón inesperado.
Por ejemplo:
Cuando un coche se para para cederte el paso
Vas pillando ritmo, vas centrado…
Y justo llegas al paso de cebra.
El coche podría apretar. Pero no.
Frena. Te deja pasar. No te corta el ritmo.
Yo ahí siempre saludo con la mano, como diciendo:
“Gracias, máquina. Hoy no me has reventado el parcial.”
Cuando alguien andando se aparta para dejarte pasar
Otro clásico que se agradece un montón.
No estás pidiendo nada, pero la persona te ve, y sin decir una palabra, se echa a un lado, como diciendo: “Tira, corredor.”
Un gesto mínimo que vale oro.
Cuando alguien te anima sin conocerte
Estás fundido, vas sobreviviendo… y de repente te cruzas con alguien que te mira, te sonríe o incluso te choca la mano.
No cambia el mundo.
Pero te cambia ese kilómetro.
Y eso… se nota.
Cuando otro corredor te saluda
Esa leve inclinación de cabeza.
Ese gesto con la mano.
Esa sonrisa que dice…
“yo también estoy sufriendo”.
Correr une.
Y hay códigos no escritos que molan mantener.
Yo, por ejemplo, saludo siempre a la gente de la Dehesa.
No nos conocemos, pero llevamos años viéndonos las caras mientras corremos.
Y eso, de alguna forma, también mola mucho.
Estas son las pequeñas cosas que hacen que correr mole aún más.
Y si alguna vez tú has hecho uno de estos gestos…
Gracias.
Sí, tú.
Tienes el cielo ganado.
Porque correr ya es bastante duro como para no cuidarnos entre nosotros.
Y esos detalles —aunque no lo parezcan— marcan la diferencia.
Y tú, querido corredor:
¿Crees que me he olvidado de alguna de estas pequeñas cosas?
Cuéntamela en hola@correr.run
Que pases un gran día
Mariano
PD: A veces no hace falta correr más rápido. Hace falta solo una sonrisa, un gesto… y alguien que no te corte el ritmo en el paso de cebra.
Únete a la newsletter que leen cientos de corredores populares
Motivación diaria en tu buzón para correr más y mejor