Hay algo que veo mucho (y que he hecho yo mismo más veces de las que me gustaría admitir):
Confundir sudor con progreso. Y dolor con mejora.
Y claro, si salgo a correr, llego a casa medio cojo, no siento los isquios y me quedo sopa en el sofá… pues algo habré hecho bien, ¿no?
Pues no. Justo al revés.
Sufrir no significa mejorar.
Lo digo así, en negrita y sin rodeos, porque este error está demasiado extendido.
Creemos que si un entrenamiento cuesta, entonces vale la pena.
Que si duele, es que hace efecto.
Que si terminamos medio fundidos, es que vamos por buen camino.
Y no. Lo que estás haciendo ahí es poner tu nombre en todas las papeletas para lesionarte.
Hacer un entrenamiento “a saco”, de esos de darlo todo cada día, no significa nada.
Es como ir al gimnasio a levantar hierros sin saber ni qué estás entrenando. Quedas muy bien sudando… pero mejoras poco.
Entrenar no es destruirte. Entrenar es estimular.
Porque si quieres progresar, necesitas un plan.
No un castigo.
Hay que saber en qué zona estás entrenando. Por qué ese ritmo. Qué se busca con esa sesión.
No salir a ver qué pasa y acabar al borde del desmayo.
Claro que habrá días duros.
Pero un entrenamiento difícil tiene que tener sentido. No ser difícil porque sí.
Si cada día terminas roto, frustrado, arrastrándote… no estás entrenando. Estás sobreviviendo.
Y lo peor es que eso no se traduce en mejoras. Se traduce en estancamiento, cansancio crónico o lesión.
El buen entrenamiento no se nota al terminar. Se nota semanas después.
Cuando ves progreso.
Cuando te sientes fuerte.
Cuando tus piernas responden.
Así que ya sabes: no entrenes por entrenar.
Y mucho menos para castigar tu cuerpo.
Entrena con cabeza. Con lógica. Con intención.
Y si ves que estás en un punto en el que no sabes si estás entrenando o simplemente sobreviviendo…
Escríbeme: hola@correr.run
Te echo un cable.
Que pases un gran día
Mariano
PD: Si cada vez que acabas de entrenar parece que has salido de una guerra… igual el problema no es el entrenamiento, sino cómo lo estás enfocando. ¿Entrenar o sobrevivir? Tú decides.
Únete a la newsletter que leen cientos de corredores populares
Motivación diaria en tu buzón para correr más y mejor