El secreto está en tu cuerpo (y lo has ignorado todo este tiempo)

Hay algo que nos pasa a todos los corredores: nos hemos vuelto dependientes de la tecnología.

Llevamos nuestro GPS que nos dice por dónde vamos, el ritmo que llevamos, las pulsaciones y demás.

Y no te digo que esté mal. Yo soy el primero que usa todos los cachivaches y se beneficia de ellos.

El problema…

Que nos hemos olvidado de escuchar a nuestro cuerpo, de dejarnos llevar por esas sensaciones que nos envía mientras corremos.

Y aunque parezca mentira, nuestro cuerpo sabe perfectamente el ritmo que debe llevar.

Hace unos años fui a correr la Media Maratón de Ciudad Universitaria y, justo antes de empezar la carrera, mi GPS decidió decir «hasta luego».

Así que me tocó correr sin datos de ritmo, frecuencia cardíaca, zonas ni referencias.

Al principio me costó. Nos acostumbramos a tener toda esa información al alcance de la mano.

Pero de repente pensé: «Déjate llevar».

Y poco a poco fui pillando mi ritmo, corriendo por sensaciones, escuchando a mi cuerpo sin mirar constantemente el reloj.

¿Y sabes qué pasó?

Mis pasos encontraron su cadencia natural.
Mi respiración se estabilizó.
Y por primera vez en mucho tiempo, no era un esclavo de los números en la pantalla.

Sí, los datos son reconfortantes.
Esos pequeños números nos dicen que estamos mejorando, que validan nuestro esfuerzo.

Pero… ¿sabes qué?

En algún punto, entre todas esas métricas y mediciones, olvidamos cómo correr por sensaciones.

Es como cuando éramos niños:

  • Corrías hasta quedarte sin aliento.
  • Acelerabas y te sentías de lujo.
  • Corrías y te sentías libre.

Tu cuerpo sabía exactamente qué hacer.

No necesitabas un GPS.

Esa sabiduría sigue ahí. Solo que ahora está enterrada bajo años de dependencia digital, de pantallas y de datos.

Mi carrera fue un éxito: hice mi mejor tiempo en una media maratón.

Y todo gracias a correr por sensaciones, sabiendo qué ritmo llevar, escuchando a mi cuerpo.

Conclusión

Si puedes, deja tu reloj en casa de vez en cuando.
Escucha a tu cuerpo. Corre por sensaciones. No tengas miedo.

Porque al final, tu cuerpo es sabio y sabe los ritmos que debe llevar.

Deja que tu cuerpo recuerde lo que ya sabe.

Confía en mí: los números seguirán ahí mañana.

¿Tienes alguna historia sobre correr sin tecnología?

Escríbeme y cuéntamela a hola@correr.run

Que pases un gran día
Mariano

PD: Si nunca has corrido sin GPS, pruébalo solo una vez. No te preocupes por los tiempos, los kilómetros ni la frecuencia cardíaca. Solo sal a correr y siente. Si luego quieres contarme cómo te fue, estaré encantado de leerte.


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