Una de las preguntas que más me hacen es:*
¿Cuándo cambio las zapatillas?
Y aunque no es una ciencia exacta, hay algunas cosas que deberías tener en cuenta.
A veces es complicado interpretar si una zapatilla está muy desgastada. Miras la suela, tocas la amortiguación, haces cuentas de los kilómetros… y aun así, no sabes qué hacer.
Es normal.
A simple vista, las zapatillas pueden parecer como nuevas, pero no siempre es así.
Entonces, ¿cuándo deberías cambiarlas?
Si quieres evitar problemas y lesiones, la regla general es cambiarlas cada 600 a 800 kilómetros.
Para que te hagas una idea, esto equivale a entre 6 meses y un año, dependiendo de la frecuencia con la que corras.
Ahora, hay otros factores que también afectan al desgaste de tus zapatillas:
· Por dónde corres: no es lo mismo correr en asfalto que en montaña.
· El modelo de zapatilla: algunas duran más que otras, simplemente por su diseño y materiales.
No solo son los kilómetros
No solo se trata de la cantidad de kilómetros. También hay que fijarse en la amortiguación.
Cuando una zapatilla pierde amortiguación, se vuelve más dura, y eso tiene consecuencias.
¿Dónde lo vas a notar?
En las articulaciones: rodillas, caderas y tobillos.
Otro aspecto a tener en cuenta es la suela.
Si está muy desgastada y “lisa”, está claro que necesita un cambio.
Aunque ojo, no es el indicador principal, pero sí es una señal más.
Un último detalle (y esto es muy personal)
Si empiezas a notar dolores nuevos o molestias que antes no tenías, y ya has probado todo (fisioterapia, ejercicios específicos, descanso activo) y no desaparecen, puede que el problema esté en las zapatillas.
Normalmente es por dos razones:
La zapatilla tiene un desgaste importante.
Simplemente, necesita ser cambiada.
Resumiendo:
Una zapatilla muy gastada pierde efectividad y, sobre todo, aumenta el riesgo de lesión.
Así que no hay que ser tacaño: invierte en zapatillas si quieres evitar problemas y lesiones.
Y si necesitas ayuda para elegir la zapatilla correcta según tus necesidades, escríbeme a hola@correr.run y te echo un cable.
¡Que pases un gran día!
Mariano
PD: No te engañes pensando que las zapatillas “todavía aguantan”.
Más vale prevenir una lesión que lamentarse después.
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