Ahora el entrenamiento de fuerza está muy de moda, igual que la Zona 2.
Y vamos a decir la verdad: a los corredores lo que nos gusta es correr.
La fuerza… bueno, eso ya si acaso.
Pero cuando haces fuerza, pasan cosas.
De verdad. Cosas buenas.
Seguro que alguna vez te ha pasado esto:
Sales a correr después de haber hecho fuerza el día anterior (de esas sesiones que te dejan las patas para el arrastre)…
Y aún así notas que todo va como más fluido.
La zancada más firme, el cuerpo más colocado, menos impacto.
Y te preguntas:
“¿Cómo puede ser si ayer hice 0 kilómetros?”
Pues porque no todo se mejora corriendo.
Hacer fuerza despierta fibras musculares dormidas, mejora cómo se comunican tus músculos, cómo se comportan los tendones y (esto es clave) eleva el umbral a partir del cual te fatigas.
En cristiano: te cansas menos y más tarde.
Y eso, cuando corres, se nota.
Claro, no vale con una sesión suelta.
Lo suyo es meter dos días a la semana. Con eso basta para empezar a ver cambios.
Y no necesitas pesas, ni gimnasio, ni estar una hora.
Con 3 ejercicios bien hechos puedes empezar a notar que corres mejor, con más control, más fuerza, menos lesiones.
Y encima mejora tu postura y tu sensación general cuando corres.
Porque correr mola.
Pero correr bien, con buena técnica, sin dolores, aguantando más y disfrutando más… mola mucho más.
Por eso, si quieres avanzar como corredor, la fuerza no es un “extra”, es parte del pack.
Y si no sabes por dónde empezar, tengo una mini guía con 3 ejercicios básicos que pueden ayudarte.
Escríbeme y te la paso.
Que pases un gran día
Mariano
PD1: Cuando hagas fuerza y salgas a correr más ligero que nunca… te vas a acordar de este email.
PD2: Si este email te ha ayudado, reenvíaselo a alguien que también le pueda servir. Y si aún no está en la lista, puede apuntarse aquí 👉🏻 https://correr.run/
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