¿Sabías que muchas veces los corredores nos autosaboteamos sin darnos cuenta?
Lo bueno es que, con unos pequeños cambios, podemos mejorar muchísimo y lograr…
Correr más y más lejos.
Estas autozancadillas que nos ponemos pueden resolverse fácilmente:
· Siendo conscientes de los errores.
· Y poniéndoles remedio.
Así que, vamos al grano…
Aquí van 5 errores que nos impiden correr bien y cómo solucionarlos.
1. “Somos lo que comemos”
Si te alimentas a base de comida rápida y ultraprocesados, tu cuerpo lo va a notar. La comida es como la gasolina para tu cuerpo: si comes mal, te faltará energía, tu salud se resentirá y, claro, no rendirás como esperas.
¿La solución? Sigue la regla del 80/20: que el 80% de lo que comes sea comida sana y deja el 20% para los caprichos y las “guarrerías” (que todos necesitamos de vez en cuando!).
2. Seguir la corriente sin pensar
¿Te ha pasado eso de copiar lo que hace otro porque “a él le funciona”?
Cada cuerpo es un mundo. Lo que le funciona a tu compañero de entreno o al influencer que admiras puede no ser lo mejor para ti. A veces nos metemos en la espiral de copiar rutinas pensando que lograremos lo mismo, y no… las cosas no funcionan así.
Lo más probable es que acabes lesionado o pasándolo mal sin necesidad.
La clave aquí: no te dejes llevar por las modas ni por lo que hacen los demás.
Escucha a tu cuerpo.
3. Copiar los entrenamientos de otros
Esto es un clásico: ves el entrenamiento de un corredor profesional y piensas “si lo hago yo también, correré igual que él”.
Error.
En el mejor de los casos, algo de rendimiento sí ganarás, pero será algo puntual. Porque, como te dije antes, cada cuerpo es único y necesita un plan específico.
La clave: personaliza tus entrenamientos. Adáptalos a ti, a tu nivel y a tus objetivos.
4. No priorizar los entrenamientos
El tiempo no aparece por arte de magia, hay que buscarlo. Si dejas el entrenamiento para “cuando pueda”, adivina qué… ese momento nunca llega.
Si de verdad quieres crear el hábito, tienes que hacerle un hueco en tu agenda y, sobre todo, darle importancia a tus entrenamientos.
Esa es la clave para ser constante y avanzar.
5. No tener un plan
Salir a correr sin rumbo está bien de vez en cuando, pero si entrenas a lo loco, no vas a llegar muy lejos. Necesitas un plan, una estructura y unos objetivos claros. Si no, avanzarás a ciegas, conseguirás resultados mediocres o acabarás estancado.
Lo mejor es tener un plan de entrenamiento progresivo, con etapas y metas concretas que te vayan guiando.
Lo bueno es que la mayoría de estos errores son fáciles de corregir. Solo necesitas hacer unos pequeños cambios, y verás cómo empiezas a correr mejor y disfrutar más.
Si quieres que te eche una mano con esto, escríbeme a hola@correr.run.
Que pases un gran día
Mariano
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