Una de las claves para mejorar en carrera, ya sea en entrenamientos o en competición, es saber sufrir.
Porque sí, correr duele. Y cuanto antes lo aceptemos, mejor. La buena noticia es que la capacidad de sufrimiento se puede entrenar. Al principio cuesta, pero una vez que la dominas… eres imparable.
El sufrimiento es relativo. Cada persona tiene su umbral, pero si aprendes a engañar a tu mente, puedes llegar mucho más lejos.
Aquí van 3 trucos para sufrir menos y correr mejor:
1. Engaña a tu mente
Cuando te queden 3 kilómetros, dile a tu cabeza que son 2 y un poquito. No es magia, es psicología. Dividir la distancia en partes más pequeñas hace que el esfuerzo se sienta más llevadero. Pruébalo y me cuentas.
2. Actitud positiva (sí, también en los momentos chungos)
Correr es duro, pero enfocarte en lo bueno cambia todo. Recuerda por qué corres: para disfrutar, superarte y sentirte bien. Con una actitud positiva, la carrera se hace cuesta abajo. Y lo mejor de todo: ser positivo es gratis.
3. Sonreír (aunque vayas jodid*)
Kipchoge lo hace. Y si a él le funciona, por algo será. Sonreír, mientras corres engaña al cuerpo, le dice algo así como: «Voy destrozado, pero sonrío, así que tan mal no estaré». De hecho, está probado científicamente: reduce la percepción del esfuerzo y mejora el rendimiento.
En resumen: engaña a la mente, engaña al cuerpo y llegarás más lejos.
La próxima vez que estés en una competición o en un entrenamiento duro, pruébalos. Te sorprenderás.
Por cierto, ¿sueles usar alguno de estos trucos? Escríbeme, me encantará saberlo.
Que pases un gran día
Mariano
P.D.: Si quieres un truco extra, escríbeme a hola@correr.run Te paso uno que pocos conocen.
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