Una de las cosas que siempre buscamos los corredores es mejorar nuestro rendimiento y aumentar la resistencia cuando salimos a correr.
¿Y cómo podemos lograrlo?
Bajando las pulsaciones.
Sí, así de simple. Si conseguimos bajar las pulsaciones, mejoramos nuestra eficiencia, podemos correr más tiempo y retrasamos la fatiga.
Vamos, que son todo ventajas.
Si quieres bajar tus pulsaciones corriendo, por aquí van unos truquitos que pueden ayudarte
1.- Aumenta el volumen a baja intensidad.
¿En qué consiste?
Básicamente, se trata de hacer entrenamientos largos corriendo a ritmo lento. Ya sabes, esa frase tan famosa: si quieres correr rápido, primero tienes que correr lento.
Un poco más técnico: si corres a tu umbral aeróbico, aumentas las mitocondrias (las fábricas de energía de tus músculos), lo que mejora la oxidación de grasas y hace que tu economía de carrera sea más eficiente.
En resumen…
Más energía, menos pulsaciones.
2.- Entrena fuerza.
Ponte fuerte. Al aumentar tu fuerza muscular, cada zancada te costará menos esfuerzo, y eso se traduce en menos pulsaciones para mantener la misma velocidad.
Más fuerza = menos latidos.
3.- Corre en tu zona tempo.
Entrena a un ritmo justo por debajo de tu umbral anaeróbico o lo que es lo mismo, entrena haciendo tempo runs. Esto hace que tu metabolismo sea más eficiente y reduce tus pulsaciones a velocidades constantes.
Dicho de otra forma…
Más eficiencia, menos pulsaciones.
¿Cuál es el punto de todo esto?
Que si consigues bajar tus pulsaciones mientras corres, te vas a convertir en un mejor corredor.
Serás más eficiente, tendrás más resistencia y retrasarás la fatiga.
Porque, si corres (sobre todo en los entrenamientos) con pulsaciones muy altas todo el tiempo, al final te vas a quemar.
Así que ya sabes: trabaja en bajar tus pulsaciones corriendo.
Si necesitas algún consejo extra, no dudes en escribirme a hola@correr.run
Que pases un gran día
Mariano
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