«La comparación es el ladrón de la alegría»
Theodore Roosevelt
Y es que en esto del correr es muy normal compararte…
Te comparas con otros
Te comparas con como estás ahora
Te comparas con como estarás en el futuro
Te comparas con como estabas hace un tiempo
Entrar en este juego de la comparación puede llevarte a la frustración.
Compararse con los demás puede parecer una manera normal de evaluar nuestro progreso y logros.
Pero a menudo trae más efectos negativos que positivos.
Por ejemplo, cuando nos comparamos con otras personas tendemos a enfocarnos en lo que nos falta en lugar de lo que tenemos.
Además, cada persona es única y tiene sus propias circunstancias y experiencias.
Cada persona tiene su propio camino y progresión
La comparación constante es una fuente de estrés y ansiedad.
Intentar alcanzar los estándares de los otros te puede hacer sentir que no estás a la altura y generarte frustración.
Otro problema de la comparación es que te alejes de tus metas y objetivos. Cuando te dejas llevar por la comparación acabas persiguiendo objetivos que no son importantes para ti, solo porque lo ves reflejado en los demás.
La comparación te puede llevar a la envidia. En lugar de inspirarnos en los logros de los otros, podemos acabar atrapados en un círculo vicioso que nos impide avanzar.
En fin…
Mi consejo no solicitado es no te compares con nadie, que hagas tu propio camino y que trates de progresar día a día.
No te compares porque lo único que te va a llevar es a la frustración
Y tu querido suscriptor/a ¿te sueles comparar con otros corredores?
Escríbeme y cuéntamelo a hola@correr.run
Que pases un gran día
Mariano
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